A veces me doy cuenta que soy una persona pesada o cargante para los demás, ¿o más bien me gusta darme a conocer y saber de otras personas? ¿Soy muy prudente y me reservo mi información personal? ¿Mis cosas son para mí sólo o mi pareja?... No entiendo por qué no hago amigos... No sé ser auténtico.

¿Te has hecho estas preguntas alguna vez? ¿Qué puedes hacer para mejorar tu forma de comunicarte?
Los psicólogos Joseph Luft y Harry Ingman investigaron sobre cuatro actitudes fundamentales para comunicarnos con los demás. La clave para observar y analizar nuestra comunicación es saber qué conocen/desconocen de nosotros los demás y qué conozco/desconozco de mí mismo cuando me relaciono con otras personas.
- El Yo abierto y público está caracterizado por un intercambio libre de información con los demás. Es fácil relacionarse cuando uno se posiciona desde este cuadrante, lo que hemos denominado "la persona enrollada-autentica", aunque a veces una excesiva apertura de una persona es recibida por otra como amenaza.
- El Yo oculto y privado. Mantener esta actitud comunicativa con los demás significa relacionarnos sin personalizar, sin expresar nuestra autentica opinión, más bien resguardándose en preguntas a los otros, sin exponerse a la crítica. Las personas dentro de este estilo de comunicación pueden provocar desconfianza en los demás.
- El Yo ciego contiene informaciones conocidas por los demás y desconocidas por nosotros. Este estilo se caracteriza por comunicaciones con expresiones no verbales y actitudes no acordes con la imagen que se tiene de sí mismo suele denominarse "el palizas-pesado". Mantener esta actitud comunicativa en el tiempo suele conllevar dificultades en las relaciones sociales, ya que las expresiones y sentimientos pueden llegar a molestar y agredir a los demás. Este estilo expresivo dice lo que quiere y lo que le viene en gana, pero es incapaz de escuchar a los demás y no le interesa el feedback o respuesta de los demás.
- El Yo desconocido pone de manifiesto el desconocimiento de sí mismo y lo desconocido para los demás. Las consecuencias de interaccionar bajo estos patrones comunicativos es el aislamiento para con los demás, que suelen percibir la falta de asertividad y conexión emocional con la persona que se expresa.
Realmente la habilidad para comunicarse se va desarrollando a lo largo de nuestra existencia, aprender a transmitir nuestras opiniones, emociones, ideas con claridad ayuda a mejorar muchos aspectos de nuestra vida.
Desde nuestro gabinete de psicología en Sevilla hemos comprobado los beneficios de transformar la actitudes comunicativas con los demás y sus efectos positivos en la autoestima personal. Durante el proceso de la terapia motivamos a nuestros pacientes a que escuchen más a los demás, se arriesguen a ser más auténticos en sus opiniones-expresiones y sean conscientes de cómo esto les afecta directamente en el día a día.

Bibliografía consultada y recomendada
- Psicología... José Ignacio Alonso García Angel Alonso García y colaboradores. p 140-142.1998 Mc Graw Hill.
- Los secretos de la comunicación personal: Matthew McKay, Patrick Fanning, Martha Davis. Paidos.
- La ventana de Johari: ejercicios de dinámica de grupo, de relaciones humanas y de sensibilización. Fritzen, Silvino Jose (1987). Editorial SAL TERRAE. p. 9
Psicologa colegiada S-3874
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