Claves de este fenómeno por SOSPsicólogos Sevilla
Todos tenemos a ese amigo que, entre los 30 a 40 años, no tiene y apenas ha tenido pareja estable, pero sí "rolletes", puede estar todavía estudiando o, si trabaja, lo hace en un empleo en el que no busca realizarse.
Es divertido, amigable, fiestero e incluso no le importa que le tachen de infantil por ello, siempre esta ocioso para cualquier plan. Le encanta la vida fácil, puede basar sus relaciones de pareja en conquistas superficiales.
Puede, incluso, depender en parte económicamente de la familia y el futuro es un tema que no les preocupa porque son jóvenes todavía y deben disfrutar de la vida y de sus hobbies, que son una prioridad.
En el fondo anhelan poder alcanzar sus verdaderos proyectos pero son difíciles de conseguir, porque no están asentados en la realidad y por supuesto no se van a esforzar ni amargarse por ello, por lo que terminaran posponiéndolo.
Muchos de ellos tienen consciencia de ir quedándose estancados en una etapa que ya no les pertenece, esto sí les afecta ya que observan como sus amistades van evolucionado o madurando y ellos terminan relacionándose con personas de menor edad y haciendo lo de siempre, lo que les lleva muchas veces al abuso de alcohol, drogas o al elevado consumismo... En definitiva, buscando sensaciones alternativas que los estimule de otra forma y les aleje de vacíos.
Las personas que desarrolla estos roles en su personalidad se caracterizan por:
- Ser "poco luchadores" para aceptar la frustraciones y esforzarse para conseguir sus metas.
- Mayor importancia a la seducción o conquista "ligar" que a la relación real.
- Miedo al fracaso, tomar decisiones y ser rechazado por ello.
- Unos arraigados e inalcanzables ideales y resistencia a aceptar lo que la vida les ofrece.
- Rechazo a asumir mayor compromiso, responsabilidades con los demás y con uno mismo.
- Modelos parentales que bloquean la asunción de riesgos, de sus hijos: siguen siendo cuidados por ellos.
Nosotros, los psicoterapeutas, tratamos el sufrimiento que emergen en las sesiones con estas personas que siguen de forma inconsciente guiones y patrones comportamentales adolescentes. A estos "no tan jóvenes" la vida les empieza a reclama una evolución, un cambio y no permanecer anclados en sus propias posiciones subjetivas.
Podríamos decir que para estas personas alargar el estatus de adolescente es menos exigente, más cómodo y placentero, pero esto es una posición defensiva. En realidad son profundamente indecisos e inseguros, manteniendo en muchas ocasiones fantasías infantiles de lo que es la vida y profundo miedos a ser abandonados o heridos; esto es realmente lo que no les permite avanzar como ellos querrían...
El psicólogo, desde su madurez y capacidad para confrontar este estilo de vida estancado, ayudará a movilizar el yo de estos pacientes para atravesar miedos, viejas heridas y ayudar a generar nuevos compromisos con uno mismo desde una perspectiva madura.
Durante el tratamiento los psicólogos profundizaremos aspectos como:
- Tomar consciencia de por qué la persona adopta la adolescencia como estilo o modelo de vida.
- La dificultad de comprometerse: existencia miedo al abandono o al rechazo.
- ¿Por qué no despedirse del niño/a interior y quedarse en el Hombre/Mujer?, ¿provoca miedo, angustia, parálisis el madurar?.
La labor terapéutica en este caso se presenta estimulante, el objetivo a conseguir por la figura del psicólogo no es otro sino el de acompañar a la persona en la senda de la autenticidad, seguridad y crecimiento interior.
Un saludo a todos los lectores de nuestro blog.
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Psicólogo colegiado 5464
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